Parte 3. Caso Ala 8 Guerra de Vietnam, liderazgo con estrategia la unión hacia el exito.
En esta tercera entrega, uno las dos anteriores, ya que pensando mucho sobre esta historia. Llegue a la conclusión que es, un liderazgo fuerte provoco que los miembros se focalizaran en solventar la situación y cambiaran su estrategia. En definitiva cambiaran su forma de actuar para así lograr su objetivo.
Quizás sin este nuevo líder podría haberse dado el cambio, pero lo que sí es seguro que como mínimo lo acelero.
Es la actitud del comandante el querer aprender desde abajo, conocer los detalles de su equipo, los aviones que usan (herramientas en definitiva con las que trabajan) y su deseo de estar con ellos en todas las misiones. La que provoca a su vez un cambio interno en los miembros del equipo.
“Cuando nosotros cambiamos el mundo cambia con nosotros”
Así es como estos pilotos con un cambio de visión y enfoque, deciden usar información que tenían pero no usaban, no se hacen grandes cambios sino que usamos lo que ya tenían pero de manera diferente.
Diría que en una situación adversa, necesitamos del liderazgo para hacer el cambio, incluso en lo personal necesitamos del auto liderazgo para revertir una situación. No solo hablo de casos en que la empresa se encuentra en problemas financieros serios sino cuando tenemos que decidir si buscar otros mercados, líneas de productos o realizar una inversión considerable.
Por eso pienso que el siguiente paso es importante. Cuando el comandante descubre que están desarrollando una nueva táctica, no se pone al mando del equipo, los deja seguir trabajando. Su apoyo no solo será la típica palmadita en la espalda sino que les apoya con más recursos. No solo es un liderazgo inspirador, sino que apoya un cambio de planes, gestiona recursos. En ese momento pasamos a un plano estratégico.
Es en este ambiente donde surge la estrategia, el nuevo modelo de actuación que va a llevar a alcanzar los objetivos, aprovechando ese cambio de actitud y enfoque, estableceremos un plan que haga de estos unos cambios permanentes e integrados en la organización. Cuando establecemos la estrategia cuando las personas saben donde queremos ir y como sonseguirlo.
Es en el largo plazo, cuando entiendo que debe haber una buena combinación de ambos, si queremos tener posibilidades de sobrevivir en un entorno tan exigente y cambiante como el actual.
Para explicar mejor esta relación me pondré en los extremos.
Cuando el liderazgo es muy fuerte, llega un momento en que impide que haya un pensamiento estratégico, dependiendo las decisiones importantes de la persona al frente de la organización, el líder es el impulsor de las iniciativas y el único que tiene la visión a largo plazo, esto puede provocar cierta desorganización, embudo en toma de decisiones y desapego por parte los miembros. Puede ser el caso empresas pequeñas que dependen del fundador.
En cambio cuando la estrategia está muy marcada y definida hay poco espacio para improvisación y liderazgo, hay que seguir el plan y directrices marcadas, estas organizaciones suelen ser rígidas y poco adaptables. Un caso seria empresas muy grandes en las que la estrategia y los procedimientos están marcados con poca posibilidad de maniobra.
El equilibrio es cuando tenemos un liderazgo fuerte pero con una estrategia marcada y compartida por la organización, de esta forma no hay dependencia total del líder, la visión a largo plazo es conocida y podemos evaluarla, pero tenemos un líder que impulsa y apoya esa estrategia.
Esta es la ultima entrega del caso del ALA 8, en la que he explicado como liderazgo y estrategia si se mezclan pueden ser los ingredientes para el exito.
Como siempre agradezco vuestros comentarios.
